Durante las últimas semanas en Cúcuta y el área metropolitana se han registrado varias capturas de presuntos ‘lavadores de dinero’ de los carteles de narcotraficantes que se mueven por esta zona fronteriza, lo que ha provocado revuelo en este ‘mundo’ de la ilegalidad.
Y es que no era para menos, pues las personas detenidas son pedidas en extradición por cortes federales de Puerto Rico y Estados Unidos. A cada uno de los capturados le venían siguiendo los pasos desde hace varios años, conociendo en detalle cómo se da ese negocio del lavado de activos del narcotráfico.
Según los resultados de las pesquisas, estas personas se encargaban de introducir a la economía local miles de millones de pesos al mes, creando empresas fechadas, haciendo transacciones ficticias, giros o moviendo dinero por medio de cuentas de gente incauta que se prestaba para ganarse entre $20 mil y $100 mil por recibir ese dinero.
“Las investigaciones han sido tan detalladas, que se ha logrado conocer que en un solo día se pueden dar entre 70 y 150 transacciones, bien sea en giros o en depósitos a cuentas bancarias”, aseguró una fuente judicial.
El investigador añadió que “para no despertar sospechas de inmediato, estas organizaciones le envían a cada una de las personas, bien sea por giros o por las cuentas, entre $3 y $9,6 millones. Así saben que no se activan las alarmas en las transacciones, pues no sobrepasan los topes estipulados por las autoridades financieras”.
Lo que les indicaría a las autoridades que diariamente en Cúcuta y el área metropolitana se estarían recibiendo entre $300 millones y $1.000 millones, que “indiscutiblemente todo este dinero es del narcotráfico y lo envían de diferentes países, como se ha podido ver en las indagaciones, lo peor de todo es que las personas que se prestan para recibirlo, no se dan cuenta del problema en que se están metiendo”, indicó la fuente.
Este negocio ilícito, que se conoce como ‘Pitufeo’, lleva enquistado en la capital de Norte de Santander y sus alrededores varios años y aunque las autoridades lo han atacado, no lo han podido acabar.
En la mira
Según las pesquisas e indagaciones las personas que hoy son usadas por esas organizaciones no se percatan de que más adelante tendrían que enfrentar ante la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) y la Fiscalía procesos administrativos y judiciales, pues lo que están haciendo es un delito y su castigo sería pecuniario o carcelario.
Por prestar las cuentas y nombres para recibir dinero que viene del extranjero, así les aseguren que no es de nada ilícito y le ofrezcan hasta $50 mil por cada millón o giro que le depositan, los incautos estarían incurriendo en lavado de activos, pues ese dinero es del narcotráfico “que durante la pandemia no pudo llegar al país por los canales habituales, como transacciones o exportaciones ficticias o en avionetas. Ahora están usando cuentas bancarias de personas ingenuas”, aseguró el experto que hoy rastrea ese efectivo y pidió reserva de su identidad.
Por estas circunstancias las autoridades advierten a la comunidad a no legitimar los anuncios que aparecen en redes sociales, donde aseguran que le tienen una solución a su falta de dinero a cambio de usar su cuenta bancaria.
¿Cómo funciona?
En Cúcuta, según los investigadores judiciales, hay varias bandas dedicadas al lavado de activo. Lo más común son las transacciones bancarias, giros, exportaciones ficticias, movimientos en bolsas, operaciones con criptomonedas o haciendo supuestos préstamos. Todo, con empresas fachadas que estarían siendo investigadas.
El ‘pitufeo’, como conocen a ese sistema de usar personas para recibir dinero mediante giros o consignaciones en pequeñas cantidades, es uno de los métodos más comunes, pues así logran traer dinero del extranjero a Colombia sin activar las alertas de las autoridades, como lo explicó una fuente de inteligencia policial.
Este sistema está hoy en el radar de las autoridades, porque se convirtió en un problema de ‘alto calibre’, ocasionando secuestros y amenazas. “Hasta hace algún tiempo esa búsqueda de personas incautas para hacer esas transacciones era de bajo de perfil, pero la situación cambió y ahora es pública en redes sociales, donde los ‘reclutadores’ se aprovechan de las necesidades económicas de muchos y en avisos ofrecen soluciones a esa falta de ingresos, asegurando que no es nada ilícito y muy fácil de hacer”, afirmó el experto.
Otra fuente judicial sostuvo que “verdaderamente lo que hay detrás de esto, es una estructura criminal que está metiendo en problemas a todos aquellos que se prestan para ese ‘pitufeo’, como ya hemos podido ver en algunas investigaciones que se han desarrollado en Cúcuta y otras ciudades del país, como las ejecutadas hace menos de tres semanas donde varias personas serán extraditadas”.
Lo que han podido establecer algunos investigadores es que en el país hay unas empresas que tienen como fachadas la importación y comercialización de alimentos como lo comprobó la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) en la operación que realizó hace tres semanas, donde capturó a los hermanos Diego Fabián y Mónica Alejandra Núñez Vergel, junto a su pareja sentimental, Edwin Saúl García Castellanos. Los detenidos están indiciados por los delitos de concierto para delinquir con fines de lavado de activos.
Las autoridades señalaron que estas tres personas tenían una empresa fachada denominada La Buena Promesa SAS, ubicada en Villa del Rosario, que funcionaba como una comercializadora de productos alimenticios, bebidas y tabaco, pero que en realidad era una tienda de barrio.
Según se conoció, los detenidos argumentaban la presunta labor comercial de La Buena Promesa para mantener conexiones desde Hong Kong (China) y Turquía, para legalizar el dinero, producto de actividades ilegales.
Pero otra fachada que están usando, según las investigaciones, es la figura de préstamos de dineros y para evitar la diligencia de documentos lo hacen virtualmente, ofreciendo agilidad en los trámites.
“Esta es una figura que se está viendo mucho a causa de la pandemia, pues como en todo el mundo se dio una parálisis, los narcotraficantes se las ingeniaron para seguir ‘bajando’ dinero de Europa o Estados Unidos y al crear empresas fachadas buscan a las personas para que reciban la plata, pero esos préstamos son montajes y lo que hacen es pagarle $50 mil por giro o por millón que reciben, eso depende del negocio que hagan”, explicó un perito judicial.
La fuente agregó que “aunque esta gente intenta burlar los sistemas de alertas que se tienen, haciendo ver que son prestamos legales, ya se están rastreando varias empresas que tienen sedes en Colombia, España, Estados Unidos, Francia, Argentina, Brasil o Malta. El dueño es uno solo y usa esa figura de créditos en bajos montos”.
Pero aunque estas redes han intentado no despertar sospechas, las autoridades ya los tienen en la mira por el movimiento constante de grandes sumas de dinero entre sucursales, además de las consignaciones a las cuentas bancarias y los giros diarios.
Lo que ha dejado el rastreo
“Los descuidos de esas bandas se ven en las personas que buscan, pues hay casos como el de una mujer que recibe subsidios del Gobierno o de entidades internacionales, que no sobrepasan los $200 mil pesos, mensualmente, pero al verificar su cuenta bancaria, se ve que el año pasado movió alrededor de $110 millones”, manifestó un experto judicial.
Basado en la experiencia con otros casos el investigador añadió que “aunque esa mujer cree que no tendrá problemas legales, en menos de un año la Dian o la Fiscalía la estarán llamando porque la están investigando. Así como ella, hay muchas personas que creen que no tendrán ninguna dificultad”.
Y es que los investigadores han descubierto que los ‘reclutadores’ les aseguran a las personas que para no despertar sospechas, las consignaciones o los giros no sobrepasarán lo permitido y así no se activarán las alarmas, “pero lo que no saben es que si alguien recibe constantemente dinero, las entidades bancarias deben reportarle a la UIAF (Unidad de Información y Análisis Financiero) y a la Dian para que sean ellos los que hagan el rastreo y verifiquen si ese dinero tiene un soporte legal y sino, entraría la Fiscalía a investigar”.
El dinero, según la fuente de inteligencia, estaría siendo enviado desde España, Estados Unidos, República Dominicana, Puerto Rico y transferencias en Colombia. Otra de las novedades que han determinado las autoridades es que para retirarlo, usan corresponsales bancarios y cajeros automáticos en algunos sitios específicos.
Los puntos preferidos para los retiros, y donde no habría una vigilancia estricta de la Policía, están en los barrios Santander, Atalaya Primera Etapa, La Libertad, el centro de Cúcuta y en algunos sectores de Los Patios y Villa del Rosario.
Toda esa información, que ya tiene recopilada las autoridades financieras, aduaneras y judiciales, es la que ha permitido que se den redadas como las ocurridas hace menos de tres semanas, donde varias personas fueron detenidas porque están solicitadas en extradición y deberán responder no solo con cárcel, sino que sus bienes entrarán en extinción de dominio.
Secuestros y amenazas
Lo que muchas personas ignoran es que prestarse para recibir giros o usar las cuentas bancarias para recibir ese dinero de dudosa procedencia, no implica solo problemas legales con las autoridades, sino que también significa un riesgo con esas organizaciones que están haciendo el ‘blanqueo’ del dinero, pues cada peso que envían es vigilado minuciosamente y quien no entregue las cuentas correctas afrontaría situaciones violentas, como ya ha sucedido.
La Opinión conoció que en los primeros días de septiembre pasado una persona quiso ganarse algo de dinero ‘reclutando’ gente que tuviera cuentas en entidades financieras muy conocidas y que reciben giros desde el extranjero.
Una vez logró convencer a cinco personas, se contactó con alguien de una red del lavado para las transacciones, pero cuando consignaron el dinero e intentaron retirarlo, este ya no estaba en las cuentas, lo que le ocasionó un grave problema a quien respondía por esos enlaces.
“Resulta que los encargados de sacar el dinero al ver lo sucedido, le secuestraron la cuñada y un bebé a la persona que buscó las cuentas bancarias para que respondiera. Después de varias horas de amenazar con desaparecerlos, el hombre cumplió una cita y en ese momento llegaron varios sujetos armados, que lo estaban obligando a subirse a un vehículo, pero fueron sorprendidos por una patrulla de la Policía”, narró la fuente judicial.
El investigador añadió que “cuando los policías vieron lo que pasaba, reaccionaron, pero los hombres armados les dijeron que esa persona que se iban a llevar, los había robado y en ese momento se creó una confusión. Por eso, los condujeron a todos a una estación de Policía, pero cuando los uniformados trataban de entender lo ocurrido, apareció la mujer y el bebé que fueron secuestrados, identificando a los dos hombres como los responsables de lo que les había pasado”.
Los uniformados, de inmediato, capturaron a los hombres y un fiscal los llevó ante un juez, pero como no fueron detenidos en flagrancia, y no tenían suficientes pruebas, fueron dejados en libertad. “Casos así se están presentando a diario o también amenazas, pero muchos no denuncian”, señaló la fuente judicial.
Fuente: La Opinión